Datos curiosos del peso mexicano.

¿Sabías que hubo un momento en la historia que el peso mexicano y el dolar estadounidense valían lo mismo? 1. Los primeros billetes fueron gringos Los primeros billetes del Banco de México fueron impresos por la American Bank Note Company de Nueva York (ABNC) en un tamaño de 180 x 83 mm. Esta primera serie (1925-1934), está compuesta por billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1 000 pesos. 2. El moderno billete de 50 pesos cumplió 2 años El día 6 de mayo de 2013 el Banco de México puso en circulación un nuevo billete de 50 pesos que incorpora elementos de seguridad novedosos, realizados con la más avanzada tecnología. Este moderno billete, al igual que su predecesor, está impreso en sustrato de polímero; su color predominante es el magenta, tiene las mismas dimensiones: 66 mm de alto por 127 mm de largo, y conserva como motivo principal en el anverso la efigie de José María Morelos y Pavón, caudillo de la Independencia de México. 3. Las monedas, alguna vez fueron de oro y plata Durante la conquista española, Hernán Cortes fundió el oro de Tenochtitlán para hacerlo en moneda, pero debido a su pobre regulación, surgió el llamado oro tepuzque, el cual estaba hecho de cobre y poco oro. Años después, cuando arribó el primer virrey Antonio de Mendoza a la Nueva España, creó la primera casa de moneda de América, de la cual se derivo la moneda llamada Real de Ocho. Esta moneda contenía 27 gramos y medio de plata, con un grado de pureza mayor a 900 milésimas. Posteriormente fue conocida como “Peso Mexicano” 4. El surgimiento del Dinero Fiduciario El dinero fiduciario es el que se basa en la fe o confianza de la comunidad, es decir, que no se respalda por metales preciosos ni recursos, solamente lo respalda la promesa de pago de quién emite dicho moneda (así es, este es el modelo monetario que manejamos actualmente). Los expertos asumen que esto se popularizo en México cuando José María Morelos fabricó monedas de cobre debido a la escasez de plata, estas representaban la promesa de pago, es decir que podrían intercambiarse por las de plata (Real de Ocho) al terminar la guerra. 5. “No tengo ni un peso partido a la mitad” Cuando se estableció el peso, gracias al comercio entre China y España se difundió la moneda en el sureste asiático, donde eran reselladas para el uso legal en esa región. La necesidad de una moneda fraccionaria provocó que las monedas fueran cortadas en trozos, así se originó dicha expresión… 6. El peso mexicano fue la base monetaria de Estados Unidos Después de que Estados Unidos se independizara, en 1785 se firmó un decreto en el que las monedas fabricadas en México fueran la base su sistema monetario, pero se les denominó como dólares (un peso mexicano tenía el mismo valor que un dólar). A pesar de que en 1792 se estableció la casa de moneda en Estados Unidos, el congreso declaró al peso mexicano como medio legal de pago hasta 1857. En Centroamérica la moneda mexicana dejó de ser legal en 1824, en Filipinas en 1852 y en Canadá en 1858 7. “Defenderé el peso como un perro” Ya en las eras modernas, el peso mexicano a sufrido devaluaciones frente al dolar (ahora llamadas depreciaciones). La primera gran devaluación fue gestada por el gobierno Ruiz Cortines debido a una época de alto gasto gubernamental financiado por créditos y una ampliación de la base monetaria, lo que elevó la inflación y las tasas de interés reales. Sin embargo, la devaluación más recordada es la de López Portillo (quien acuñó la famosa frase del “perro y el peso”). El país se vio obligado a declararse en moratoria de pagos en agosto de 1982 y devaluar la moneda de casi 27 a 38 pesos por dólar. 8. Es la octava moneda con mayor operación en el mundo El peso mexicano se ubicó como la octava moneda de mayor operación en el mundo, incluso por arriba de algunas monedas de países desarrollados y ya es la divisa más operada entre las de los países emergentes. El Banco de México (Banxico) informó que el volumen de operación global del peso creció de forma notoria y alcanza un monto de 135 mil millones de dólares diarios. Supera notoriamente a algunas monedas que regularmente han destacado por operarse en condiciones de liquidez en la mayoría de los principales centros financieros, como las coronas sueca y noruega, el dólar neozelandés, el dólar de Singapur y el dólar de Hong Kong.